La Llosa refleja un nuevo concepto de alojamiento en donde cada pequeño detalle adquiere la máxima importancia. Tras una cuidada restauración y después de varios años de un esmerado trabajo, Rafa y María han recuperado en este viejo caserón centenario una antigua tradición…
Dicen en el pueblo que en el alto de Somo siempre hubo posada y casa de comidas para el viajero…
Aún hoy, aquí se duerme como antiguamente.